El Inglés Jurídico: el gran talón de aquiles de prácticamente todos los abogados.
Simplemente basta con entrar en webs de búsqueda de empleo como LinkedIn. El inglés es el denominador común de todos los despachos de abogados y lo extraño es que no se incluya entre las competencias requeridas para el puesto.
Sin embargo, según un reciente estudio llevado a cabo por Pierre Desvalois, fundador del Proyecto Magnolia, el 75% de los abogados son incapaces de aplicar esta lengua con soltura en el entorno laboral.
Porque tienes que tener clara una cosa. La gran mayoría tiene nociones básicas del inglés estándar, que se enseña en el instituto. ¿Pero sirve para trabajar en un bufete?
Rotundamente NO. Hablar inglés y saber inglés jurídico son dos cosas diferentes. El mundo jurídico está lleno de términos y conceptos que exigen un vocabulario muy amplio y específico que es necesario conocer para poder ampliar tus competencias profesionales.
En tu día a día tendrás que:
✅ Enfrentarte a un escrito jurídico y entenderlo
✅ Redactar una demanda o una contestación
✅ Traducir documentos judiciales y sentencias
✅ Transmitir autoridad y confianza al expresarte en otro idioma.
¿Quieres lograr todos y cada uno de estos puntos? Depende de ti porque puedes adquirir estas competencias que te permitirán destacarte de la competencia.
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