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Contratos Civiles explicados con ejemplos

Contratos Civiles

Si estás aquí es probable que estes estudiando derecho y estás buscando información sobre una de las partes más importantes de la carrera, los contratos civiles. Sin embargo, sabemos que puede ser un tema denso y complejo para aquellos que recién empiezan a estudiarlo. Pero no te preocupes, ¡estamos aquí para ayudarte!

Hoy vamos a hablar sobre un tema clave en el derecho civil español: los contratos civiles. Los contratos son acuerdos voluntarios entre dos o más partes que establecen derechos y obligaciones que deben ser cumplidos.

Este tipo de acuerdos se utilizan en muchos ámbitos de la vida, desde la compra de una casa hasta la contratación de un servicio. Y por eso, no es una simple asignatura puesto que lo que aprendas de contratos lo usaras en otros ámbitos como derecho mercantil o hasta administrativo.

Sin embargo, es importante saber que no todos los contratos son iguales. En España, el Código Civil establece diferentes tipos de contratos civiles, cada uno con sus propias características y regulaciones. Por lo tanto, es fundamental entender la naturaleza de cada contrato para poder aplicarlos adecuadamente en la vida real.

En este artículo, vamos a guiarte explicando qué es un contrato, qué características tiene, qué tipos de contrato hay, con ejemplos prácticos. Nuestro objetivo es que puedas comprender estos conceptos de una manera sencilla y accesible.

Al final del artículo, estarás equipado con los conocimientos necesarios básicos para poder entender correctamente qué son los contratos y que en caso de duda puedas rápidamente obtener una respuesta.

¿Listo para empezar? ¡Entonces sigamos adelante!

¿Qué son los contratos civiles?

Como siempre es esencial conocer una definición de lo que se está estudiando, pero en esta ocasión no existe una definición precisa en el Código Civil, que es donde se regula los contratos civiles. A pesar de ello el artículo 1254 del Código Civil nos dice que ‘un contrato se produce cuando una o varias personas consienten en obligarse con respecto a otra u otras a dar algo o prestar un servicio’.

Esta definición, aunque básica, es lo suficientemente precisa para comprender la idea del contrato y su efecto jurídico principal, que es la creación de una obligación de dar o hacer algo o no hacer. En otras palabras, un contrato es un negocio jurídico bilateral por el que las partes asumen deberes y derechos recíprocamente, de la cual nacen obligaciones de dar, hacer o no hacer.

El contenido de los contratos es normalmente patrimonial, lo que significa que su desempeño tiene alcances económicos y financieros entre ambas partes. De esta forma, el contrato se convierte en una fuente de obligaciones, lo que implica que las partes están obligadas a cumplir lo pactado en el contrato tal como si estuvieran obligadas por la Ley.

En este sentido, el artículo 1091 del Código Civil establece que los contratos tienen fuerza de Ley entre las partes, lo que significa que lo acordado entre ellas mediante el contrato tiene la misma fuerza y validez que las leyes que se aplican en el territorio español, al resto de ciudadanos. Por ejemplo, imagina que Luis y Julián firman un contrato, donde Julián se compromete a ayudarle a aprobar un examen a Luis a cambio de veinte euros. Pues para ellos será de obligado seguimiento.

Esta idea es muy antigua y como la mayoría de las cosas del derecho tiene un latinajo ¿Cuál es? Pacta sunt servanda, que es uno de los principios más importantes del derecho civil que se encuentra consagrado en el artículo 1091, y significa los pactos deben de ser observados.

Por tanto, es vital que las partes-las personas que asumen obligaciones en el contrato- tengan en cuenta todas las obligaciones y responsabilidades que adquieren al firmar un contrato, ya que estarán legalmente obligadas a cumplir con ellas. Por ejemplo, siguiendo el ejemplo anterior, si Julián cumple y ayuda a Luis , este no podrá llegar y decirle a Julián que no le paga. De pasar eso Julián podría recurrir a la justicia para obligar al cumplimiento.

En resumen, los contratos civiles son acuerdos legales que establecen obligaciones y responsabilidades entre las partes involucradas, y su cumplimiento tiene implicaciones económicas y financieras.

El Código Civil nos señala que los contratos son fuente de obligaciones y que tienen fuerza de Ley entre las partes, lo que significa que su cumplimiento es legalmente obligatorio.

Ahora bien ¿tenemos la obligación de contratar? La realidad es que no, puesto que nuestro sistema se rige por la voluntad de las partes. Esta idea se encuentra en el articulo 1255 del Código Civil cuando señala: “los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, la moral, ni al orden público”

Este articulo entonces nos señala otro principio esencial de los contratos, la libertad contractual que expresa la autonomía de las partes. Tal como nos dice el articulo en un contrato se puede poner lo que uno quiera mientras que respete el ordenamiento jurídico en general. Por ejemplo, sería completamente valido que en el contrato entre Julián y Luis pusieron una condición de que Julián ayudara a Luis mediante clases semanales pero serian invalido, por ser contrario a la ley que la ayuda de Julián consistiera en amenazar al profesor de Luis .

Ahora que sabemos eso, lo siguiente es saber que elementos tiene que tener un contrato.

¿Cuáles son los elementos esenciales de los contratos civiles?

Para que un contrato sea valido tiene que reunir una serie de requisitos, sin ellos el contrato serian nulo y no desplegaría los efectos jurídicos esperado.

La doctrina habla de que hay elementos naturales, que son los que normalmente tienen cada tipo de contrato, los accidentales, cuando son establecidos por las partes y los esenciales, que son los que nos vamos a centrar aquí y son los que determina si hay efectos jurídicos o no.

Como suele ser normal nuestro Código civil nos dice cuales son esos elementos esenciales del contrato. En concreto el articulo 1261 nos dice :

“Artículo 1261. No hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes:

1.º Consentimiento de los contratantes.

2.º Objeto cierto que sea materia del contrato.

3.º Causa de la obligación que se establezca”

Por lo que son tres elementos esenciales: consentimiento, objeto y causa.

Consentimiento

El consentimiento es el elemento más importante y, para que el contrato sea eficaz, deber ser válido y la voluntad haberse emitido libre y conscientemente.

La falta de cualquiera de estos dos presupuestos determina la aparición de “vicios del consentimiento”, que pueden afectar bien a la propia declaración de voluntad, bien a la formación de la misma. El consentimiento se encuentra regulado en los articulo 1262 y ss del código civil.

De estos artículos uno nos señala los posibles vicios en el consentimiento, el 1265 que nos señala que los vicios son el error, la violencia, intimidación y dolo. Por ejemplo, imagina que una persona te obliga a vender tu casa a punta de pistola pues ese contrato como es lógico es nulo tal como nos dice el 1267 del CC.

Pero otro ejemplo, un error en el contrato no siempre hace nulo el contrato. Imagina que Ana quiere adquirir un móvil y se lo compra pensando que es rojo, pero lo adquiere azul, pues tal como nos dice el 1266 del Código Civil al no ser esencial no lo haría nulo.

Objeto

Por otro lado, esta el objeto del contrato que viene compuesto por las cosas y servicios que son materia de las obligaciones de dar o de hacer. La validez del objeto depende de que éste sea real, lícito y determinado o determinable(artículo 1271 del Código Civil).

El objeto no real, puede determinar la existencia de simulación, pero que sea real no significa que deba existir al momento de contratar.

El Código Civil acepta la validez del pacto que recae sobre cosas futuras, siempre que sea previsible, con arreglo a la marcha normal de los hechos, que ésta llegue a tenerla. Esto también se encuentra en el 1271 del Código Civil. Por ejemplo, imagina que eres un pequeño agricultor y que tu vecino te quiere comprar unas fresas que aún no tienes, pero sabes que tendrás dentro de 3 meses pues eso sería perfectamente válido.

Lo que no es válido, son aquellos contratos cuyo objeto sea imposible (artículo 1272). Por ejemplo ¿sería un objeto valido un contrato donde se promete que se entregara la luna? La respuesta es no porque dar la Luna es imposible.

Causa

Por último, tenemos la causa. Esta se refiere a la razón o motivo que impulsa a las partes a celebrar el contrato.

La causa debe ser lícita, esto es, no contraria a las leyes o a las buenas costumbres. La falta de causa o la causa ilícita convierte al contrato en nulo. Se encuentra regulado en los artículos 1274 y siguientes del Código civil. Por ejemplo, un contrato para contratar los servicios de un sicario no generaría efectos pues sería contrario a la ley, esta idea se encuentra en el articulo 1275 del Código civil.

Si se reúnen los tres requisitos que te hemos comentado estaríamos ante un contrato, pero hay muchos tipos a continuación te vamos a hablar de ellos

¿Cuáles son los diferentes tipos de contratos civiles?

Los contratos civiles pueden clasificarse de muchas maneras. Como nota preliminar, cabe decir que son contratos civiles aquellos celebrados entre particulares y no aquellos contratos que permitan el desarrollo de una actividad empresarial, estos contratos serían mercantiles.

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Tipos de contrato según requisitos

En primer lugar, se pueden distinguir entre los contratos consensuales, reales y formales.

  • Los contratos consensuales son aquellos que se perfeccionan por el mero consentimiento de las partes, según lo que nos dicen los artículos 1254 y 1258 del Código Civil.
  • Los contratos reales, por su parte, exigen la entrega de una cosa para su validez y cumplimiento, como sucede en el préstamo o en el depósito.
  • Por último, los contratos formales son aquellos que requieren de una forma específica de otorgamiento, ya sea por Ley o por pacto.

Tipos de contrato según causa

Otra manera de clasificar los contratos es por su causa. Así, se pueden distinguir entre contratos remuneratorios, onerosos y gratuitos.

  • Los contratos remuneratorios se utilizan para recompensar un servicio ya prestado, mientras que los contratos onerosos buscan establecer una equivalencia entre los beneficios y las obligaciones asumidas por ambas partes.
  • Por último, los contratos gratuitos o lucrativos, que solo benefician a una de las partes.

Tipos de contrato según tipicidad

Por último, los contratos también pueden clasificarse en típicos y atípicos.

  • Los contratos típicos tienen una finalidad y contenido establecidos por la Ley y cuentan con una regulación específica en el Código Civil y otras normativas. Entre los contratos típicos se encuentran el contrato de compraventa, el contrato de arrendamiento, el contrato de comodato, préstamo, la donación entre otros. Estos contratos típicos tienen que ser estudiado uno por uno, ya que tienen sus particularidades y diferencias.
  • En cambio, los contratos atípicos son aquellos que surgen de pactos, cláusulas y condiciones establecidas por las partes en uso de su libertad contractual y que no cuentan con una regulación específica en la Ley. Por ejemplo, el leasing es un contrato atípico o el renting.

En resumen, los diferentes tipos de contratos civiles pueden clasificarse según los requisitos necesarios para su validez (consensuales, reales y formales), por su causa (remuneratorios, onerosos y gratuitos o lucrativos) y por su tipicidad (típicos y atípicos). Todo ello regulado por los diferentes artículos del Código Civil mencionados en cada caso.

¿Cómo se formalizan los contratos civiles en España?

En cuanto a la forma del contrato, ésta no es esencial en todos los contratos civiles. Nuestro sistema en el articulo 1278 consagra la libertad de forma.

Por ejemplo, si en una servilleta María y Marta han firmado diciendo que Marta le presta a María 500 € y que se los tendrá que devolver dentro de dos meses con un interés del 5%, sería perfectamente válido si cumple con el resto de los requisitos.

Sin embargo, esta libertad de forma tiene muchas excepciones, tal como señalan el artículo 1279 y 1280 del Código Civil. Por ejemplo, en el contrato de compraventa de bienes inmuebles, se puede exigir por cualquiera de las partes que se formalice por escrito ante notario y de esa manera se pueda inscribir en el registro de la propiedad, que es lo más común.

¿Qué ocurre si una de las partes incumple el contrato?

Aunque lo normal es que los contratos se cumplan puede pasar que no se cumplan y ante eso qué se puede hacer ¡Vamos a verlo!

En España, cuando una de las partes incumple el contrato, se produce una situación de incumplimiento contractual que puede generar diversas consecuencias. En general, el cumplimiento de las obligaciones contractuales es exigible por ley, tal como hemos señalado antes y se encuentra en el artículo 1091 del Código Civil.

Si una de las partes no cumple con sus obligaciones contractuales, la parte perjudicada puede optar por exigir el cumplimiento forzoso del contrato mediante una demanda judicial, tal como se establece en el artículo 1124 del Código Civil. Esto se llama acción resolutoria.

Además, la parte perjudicada puede reclamar una indemnización de daños y perjuicios, conforme a lo establecido, en el mismo artículo citado antes o en el artículo 1106 del mismo código.

En caso de incumplimiento, la parte perjudicada debe notificar el incumplimiento a la otra parte, si la otra parte sigue sin cumplir, se podrá acudir a los tribunales para exigir el cumplimiento forzoso o la indemnización por daños y perjuicios. Pero además si la parte perjudicada cumplió, entonces automáticamente la otra parte cae en mora automática, tal como señala los articulo 1100.

La mora básicamente es un retraso del cumplimiento que habilita a que haya una indemnización de daños y perjuicios si la obligación consistía en entregar dinero(artículo 1108 del Código Civil)

Es importante destacar que en España existe el principio de buena fe contractual, que implica que las partes deben actuar de buena fe en la ejecución del contrato, tal como se establece en el artículo 1258 del Código Civil.

Además, el incumplimiento de las obligaciones contractuales puede tener consecuencias adicionales, como la resolución del contrato o la exigencia de una penalización en caso de que así se haya estipulado en el contrato, esto último se conoce como arras penales

En resumen, en España, el incumplimiento de un contrato puede generar diversas consecuencias para la parte incumplidora, incluyendo la exigencia del cumplimiento forzoso del contrato o el pago de una indemnización por daños y perjuicios. Es importante que las partes actúen de buena fe y que notifiquen el incumplimiento a la otra parte para poder tomar las medidas necesarias en caso de que sea necesario.

Por ejemplo, imagina que Jorge y Marcos tienen un contrato de compraventa de un inmueble. Jorge tiene que entregarla la casa a Marcos, pero el día señalado incumple y no se la da y Marcos ya pago pues Marcos podrá ejercer el 1124 y podrá o bien pedir que le de la casa y la indemnización o pedir que le devuelve el dinero.

Ejemplos de contratos civiles en España

Ahora a continuación os dejamos seis ejemplos de contratos típicos con una breve descripción de cada uno de ellos y donde se encuentran regulados.


María le vende su coche a Juan por un valor de 25.000€. Este es un contrato de compraventa, en el que una parte (María) se obliga a entregar una cosa (el coche) a cambio de un precio que en este caso es una cantidad de dinero (25.000€) que recibe de la otra parte (Juan).

Este tipo de contrato es consensual, es decir, se perfecciona por el mero consentimiento de ambas partes (Artículo 1254 del Código Civil español). La compraventa se encuentra regulada en los artículos 1445 y siguientes del Código Civil.


Ana decide hacer una donación a su hijo Pedro, mediante la cual le transmite la propiedad de una casa. Este es un contrato de donación, por el cual una parte (Ana) realiza una liberalidad a favor de la otra parte (Pedro), que acepta el bien donado.

La donación se encuentra regulada en los artículos 618 y siguientes del Código Civil español. Es un contrato gratuito, ya que no implica contraprestación económica, y se perfecciona con la aceptación del donatario.


Carlos presta 5.000€ a su amigo Pablo, quien se compromete a devolver el dinero con un interés del 3% en un plazo de un año. Este es un contrato de préstamo con interés, en el que una parte (Carlos) entrega una cantidad de dinero a otra parte (Pablo) a cambio de una contraprestación (el interés).

El préstamo se encuentra regulado en los artículos 1753 y siguientes del Código Civil español. Es un contrato real, ya que para su perfección es necesario la entrega efectiva del dinero.


Laura encarga a su hija Isabel que venda un vestido que ya no utiliza. Este es un contrato de mandato, por el cual una parte (Laura) encarga a otra (Isabel) que realice un acto jurídico en su nombre y representación.

El mandato se encuentra regulado en los artículos 1709 y siguientes del Código Civil español. Es un contrato gratuito, en el que el mandatario actúa en beneficio del mandante.


Pedro quiere comprar un Iphone 13 pero no tiene solvencia suficiente para hacerlo. Su novia Marta se ofrece a avalar el pago a través de un contrato de fianza.

Este es un contrato de fianza, por el cual una tercera parte (Marta) se compromete a garantizar el pago de una deuda (la compra del Iphone 13) en caso de que el deudor principal (Pedro) no cumpla con sus obligaciones. La fianza se encuentra regulada en los artículos 1822 y siguientes del Código Civil español.


Javier presta su coche a su amigo Juan para que lo utilice durante sus vacaciones de verano.

Este es un contrato de comodato, por el cual una parte (Javier) presta gratuitamente a otra parte (Juan) una cosa para que la utilice por un tiempo determinado. El comodato se encuentra regulado en los artículos 1741 y siguientes del Código Civil español. Es un contrato gratuito y real, ya que para su perfección es necesario la entrega efectiva del bien.


Conclusión

En resumen, los contratos civiles son acuerdos entre dos o más personas que establecen derechos y obligaciones para ambas partes. Los contratos pueden ser de diferentes tipos, dependiendo de sus requisitos para su validez, su causa y su tipología. En España, estos contratos están regulados por el Código Civil.

En el artículo, hemos visto que los contratos civiles son muy importantes para la carrera de un buen jurista ya que regulan la mayoría de situaciones cotidianas entre particulares y desde ellos se construyen ramas del derecho más complejas como la mercantil.

Además, hemos visto algunos ejemplos concretos de contratos civiles en España, como la compraventa de un coche, un contrato de donación, un préstamo, un mandato, un contrato de fianza y un comodato, y hemos explicado sus características fundamentales y los artículos del Código Civil que los regulan.

En conclusión, los contratos civiles son una herramienta fundamental para regular las relaciones jurídicas entre las personas en España. Es importante conocer bien sus características y requisitos para su validez, así como sus derechos y obligaciones, para ser un buen jurista.

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Autor

  • Daniel Garcia

    Jurista apasionado del Derecho Público y la Filosofía del Derecho, mi objetivo aquí es acercarte el derecho de forma sencilla y cotidiana

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