¿Qué es una reforma constitucional? ¿Cuándo se puede producir? ¿Dónde se regula? Estas y otras cuestiones las vamos a ir tratando en este artículo. La reforma constitucional se trata de un mecanismo de adaptación de la Constitución Española que sirve para modificar aquellos artículos o disposiciones que por el trascurso del tiempo o por cambios en la realidad española necesiten de una modificación, otorgando a su vez estabilidad a la Constitución y, por ende, al sistema jurídico.
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¿Qué es una reforma constitucional? 3 ejemplos
La reforma constitucional es el instrumento que permite la revisión y/o modificación parcial del Texto Constitucional. El objetivo es lograr la adecuación entre la Norma Fundamental y la nueva realidad sociopolítica, sin romper con el régimen constitucional.
En otras palabras, garantiza la permanencia y continuidad constitucional, al tiempo que se adapta a las necesidades cambiantes de la sociedad.
Por lo tanto, es un mecanismo muy importante, porque otorga al Estado una gran seguridad jurídica permitiendo modificar aquellos aspectos que no se adecuan a la realidad, sin ser necesario tener que crear una Constitución nueva para modificar tan solo unos pocos artículos o apartados.
¿Dónde está regulada?
La reforma de la Constitución está regulada en el Título X (artículos 166 a 169) de la Constitución Española de 1978.
Proceso de reforma constitucional en España
Como hemos visto, el proceso de reforma constitucional en España está regulado por los artículos 166 a 169 de la Constitución. (si no quieres perderte la oportunidad de saber su orígen mira la famosa Carta Magna)
Cuando pretendemos llevar a cabo una reforma constitucional en un determinado ámbito lo primero que tenemos que saber es que este proyecto debe ser aprobado por una mayoría de tres quintos en las cámaras del Congreso de los Diputados y del Senado.
Si se produjera un desacuerdo entre ambas cámaras, cosa es que en realidad es muy común debido a la diferencia en cuanto a la representación política entre ambas cámaras, se establece la creación de una comisión paritaria para elaborar un texto que será votado por ambas cámaras legislativas.
Si no se logra la aprobación, el Congreso puede aprobar la reforma por mayoría de dos tercios, siempre que haya obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado.
Una vez aprobada la reforma se someterá a referéndum para su ratificación siempre y cuando lo solicite, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras. Este referéndum no es necesario llevarlo a cabo cuando el tipo de reforma constitucional sea ordinaria o parcial, ya que aplica a reformas totales de la Constitución Española. Excepto cuando implique la modificación de apartados como el Título Preliminar, Capítulo Segundo, Sección Primera del Título I o al Título II.
Si la finalidad de la reforma fuera la de realizar o llevar a cabo una revisión total de la Constitución o de partes fundamentales de la misma, se requeriría de un procedimiento especial que incluye la disolución inmediata de las Cortes y la aprobación por mayoría de dos tercios en ambas cámaras, posteriormente se necesitaría seguida la ratificación por la próxima legislatura y el sometimiento a referéndum.
Además, es importante destacar que no se puede iniciar una reforma constitucional en tiempos de guerra o en la vigencia de estados de excepción contemplados en el artículo 116.
En resumen, los puntos clave que tenemos que saber son los siguientes:
- La iniciativa para la realización de una reforma constitucional se ejerce según los términos establecidos en los artículos 87.1 y 87.2.
- Cualquier propuesta debe ser aprobada por una mayoría de tres quintos en ambas Cámaras (Congreso y Senado).
- Si no hay acuerdo entre ambas Cámaras, se crea una Comisión paritaria de Diputados y Senadores para buscar consenso.
- Si aún no se logra la aprobación, el Congreso puede aprobar la reforma por mayoría de dos tercios. Siempre que el texto hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado.
- En caso de realizar una reforma total de la Constitución o algunas partes dotadas de una mayor protección, como es el Título I y II, esta debe de aprobarse a través de un referéndum.
Requisitos para realizar una reforma parcial o total de la Constitución
Si pretendemos llevar a cabo una reforma constitucional tenemos que saber que hay dos opciones: realizar una reforma parcial o ordinaria o una reforma total o agravada.
Una revisión o reforma total de la Constitución implica una serie de medidas de mayor protección, lo mismo ocurre cuando se quiera reformar de forma parcial una parte de la Constitución que afecte al Título Preliminar, Capítulo Segundo, Sección Primera del Título I o al Título II. En estas situaciones se debe de cumplir con las siguientes medidas:
- Aprobación del principio por dos tercios de cada Cámara.
- Disolución inmediata de las Cortes.
- Ratificación de las Cámaras elegidas y estudio del nuevo texto constitucional.
- Aprobación final por dos tercios de ambas Cámaras. En estos casos, una vez que se produzca la reforma y esté aprobada se debe de someter a referéndum para su ratificación.
3 Ejemplos de reformas que se han producido en España
Por el momento, en España se han realizado 3 reformas constitucionales desde la entrada en vigor de la Constitución de 1978. Los casos fueron los siguientes:
1. Reforma constitucional española de 1992
Se trata de la primera reforma de la Constitución española de 1978. Fue motivada por la necesidad de adaptar la Constitución al Tratado de Maastricht, que el Gobierno presidido por Felipe González y una amplia mayoría parlamentaria querían ratificar.
Este tratado establecía el derecho de todo ciudadano de la Unión Europea a ser elector y elegible en las elecciones municipales del país en el que residiera, mientras que la ley fundamental española solo permitía la posibilidad de que los extranjeros tuvieran el derecho de sufragio activo.
Por ello, esta reforma constitucional consistió en añadir, en el artículo 13.2 CE, la expresión “y pasivo” referida al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales. Por lo tanto, no es extrapolable este derecho a las elecciones autonómicas ni a las estatales, dónde los extranjeros no pueden votar.
2. Reforma constitucional española de 2011
La segunda reforma constitucional se produjo en España durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y en ella se modificó el artículo 135 de la Constitución Española, estableciendo en el texto el concepto de estabilidad presupuestaria y que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible.
Cabe recordar que esto ocurrió durante la fuerte crisis del año 2008 y se buscaba admitir una cierta cantidad de déficit estructural, pero sin poder superar los límites que se habían marcado previamente por parte de la Unión Europea, la cual fijaba el limite en el 0,4% del Producto Interior Bruto (PIB).
3. Reforma constitucional española de 2024
Este mismo año se ha producido una nueva reforma constitucional. En este caso, se trata de la primera reforma que es de ámbito social, a diferencia de las dos anteriores que ya se habían producido y que hemos comentado anteriormente.
Se trata de una reforma llevada a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez en la que se ha sustituido el término “disminuidos” por “personas con discapacidad.” Esta ha sido una de las grandes peticiones o reivindicaciones que las personas con discapacidad han ido solicitando en las últimas décadas, pues consideraban que la palabra “disminuido” era discriminatoria y denigrante.
Por ello, algunas plataformas y asociaciones dedicadas a la defensa de los derechos de estas personas llevaron a cabo una lucha persistente con el objetivo de eliminar esta expresión de la Constitución y sustituirla por una más apropiada. Algo que finalmente han conseguido.
Conclusiones
Como hemos visto, la reforma constitucional es una herramienta muy importante en la actualidad, porque nos permite poder modificar aquellos aspectos de la Constitución que están desactualizados o que no se pueden adaptar a la realidad del momento en el que nos encontramos.
Se han formulado muchos debates acerca de diversos aspectos a reformular, como el tema de la financiación autonómica, el modelo territorial o el hecho de tratar de reforzar la separación de poderes. No obstante, llevar a cabo este tipo de reformas es sumamente complicado porque se requiere una amplia mayoría que se posicione a favor, algo que ayuda a dotar de continuidad o estabilidad a la Constitución Española y la libra de la polarización política que vivimos en estos días, algo sumamente importante para la estabilidad jurídica y económica del país.
Por lo tanto, ese nivel de protección es algo muy importante para salvaguardar la democracia, los derechos fundamentales o las garantías constitucionales, mientras que se atrae la inversión con una buena estabilidad jurídica y política.
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