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Ad Cautelam en el Derecho Sucesorio Español: 5 Ejemplos realistas

¿Te has preguntado alguna vez sobre el intrigante concepto legal “Ad cautelam”? ¿Qué significado tiene en el mundo del derecho sucesorio? Este término, aunque puede sonar a jerga jurídica, es fundamental para comprender cómo se desarrollan las herencias y su importancia en el sistema legal español.

Imagina este escenario: has perdido a un ser querido y, además de lidiar con el dolor de su pérdida, te enfrentas a cuestiones legales y hereditarias. Aquí es donde entra en juego “Ad cautelam,” una expresión en latín que significa “por precaución.” Pero ¿qué tiene de relevante para los estudiantes de derecho y por qué deberían prestarle atención?

En este artículo, vamos a explorar el concepto de “Ad cautelam” en el contexto del derecho sucesorio español, y desglosar su influencia en los testamentos, su aplicación en herencias y deudas, y ejemplificarlo con casos reales que te ayudarán a comprender su importancia. Además, descubrirás si “Ad cautelam” es válido y cómo difiere su aplicación en las distintas Comunidades Autónomas de España.

Para los futuros abogados y estudiantes de derecho, el entendimiento de “Ad cautelam” en el ámbito de las herencias y la sucesión es esencial. Así que, ¡prepárate para un viaje a través de este concepto intrigante y descubre cómo afecta el derecho sucesorio en España!

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Ad cautelam en el derecho testamentario

En el mundo del derecho sucesorio y testamentario, los testamentos son documentos que reflejan la voluntad de una persona sobre cómo se distribuirán sus bienes y propiedades una vez que haya partido de este mundo. Sin embargo, en ocasiones, esta voluntad puede ser motivo de discordia y conflicto. Es en este contexto que surge la relevancia del término “Ad cautelam.”

¿Cómo se relaciona la cláusula aquí estudiada con los testamentos y qué significa exactamente?

La expresión “Ad cautelam” proviene del latín y significa “por precaución.” En el derecho testamentario, este término se refiere a una cláusula especial que un testador puede incluir en su testamento. Esta cláusula tiene un propósito claro: asegurarse de que su última voluntad sea respetada sin posibilidad de revocación o modificación futura sin cumplir ciertos requisitos específicos.

El testamento con esta cláusula implica que, en lugar de permitir la revocación estándar de un testamento a través de otro documento o declaración verbal, el testador establece condiciones precisas que deben cumplirse para que una revocación sea válida. Esto agrega una capa adicional de seguridad y certeza a la voluntad del testador.

Ejemplo

Un ejemplo ilustrativo de un testamento con cláusula Ad cautelam podría ser el siguiente:

Para comprender mejor cómo funciona un testamento con cláusula Ad cautelam, consideremos el caso de María, una mujer de 70 años que ha decidido redactar su testamento.

María ha trabajado duro durante toda su vida y ha acumulado un patrimonio significativo, incluyendo propiedades, inversiones y bienes familiares preciados. Su deseo más profundo es garantizar que su patrimonio se distribuya exactamente como ella lo ha planeado.

María, al consultar con su abogado, decide incluir una cláusula Ad cautelam en su testamento para prevenir futuras modificaciones no deseadas.

“Yo, María Pérez, de pleno juicio y entendimiento, realizo este testamento Ad cautelam con la intención de garantizar que mi última voluntad sea cumplida sin posibilidad de revocación sin seguir estos términos precisos.

No serán válidos los testamentos o modificaciones realizadas con posterioridad al presente que no comiencen con la expresión: “Libremente revoco mi anterior testamento y reemplazo sus disposiciones por las siguientes…”

La cláusula estipula que cualquier intento de revocar o modificar el testamento solo será válido si se sigue la fórmula precisa indicada en el documento.

En el testamento, María establece claramente que su hijo mayor, Carlos, recibirá su casa de la playa, mientras que su hija, Laura, heredará la finca familiar en el campo. Además, nombra a su nieta Sofía como beneficiaria de una cuenta de ahorros que ha sido especialmente creada para su educación.

El tiempo avanza, y María llega a los 80 años. Durante este período, su salud comienza a debilitarse, y comienza a escuchar sugerencias de amigos y familiares sobre la necesidad de ajustar su testamento en función de cambios en sus relaciones familiares. Sin embargo, María es firme en su deseo de que se respete su voluntad original.

Finalmente, llega el día en que María parte de este mundo. En su testamento, se ha asegurado de que su cláusula Ad cautelam sea conocida por todos los interesados y las instrucciones sean muy claras. Cuando su hijo Carlos, que originalmente recibió la casa de la playa, intenta revocar el testamento o cambiar sus disposiciones, alegando que su madre firmo otro testamento poco días antes de morir se da cuenta de que no puede hacerlo sin seguir la fórmula exacta establecida en el testamento.

Esta cláusula específica establece que cualquier intento de revocación o modificación futura del testamento solo será válido si se sigue la fórmula exacta mencionada. En caso contrario, la voluntad expresada en el testamento original permanecerá inquebrantable. Esta precaución adicional busca asegurar que el testamento refleje fielmente la última voluntad del fallecido y que no sea objeto de cambios no autorizados.

Ahora que hemos explorado cómo “Ad cautelam” se relaciona con los testamentos y su significado, sigamos nuestro viaje en el próximo apartado para entender cómo se aplica en el contexto específico del derecho sucesorio en España.

Ad cautelam en España

Su regulación en España ¿Es valida?

En el contexto del derecho de sucesiones en España, la cláusula Ad cautelam, que busca asegurar que un testamento no sea revocado sin seguir ciertas formalidades, plantea preguntas fundamentales sobre su validez y aplicabilidad en el sistema legal español.

El Código Civil español establece, en su artículo 737, que todos los testamentos son esencialmente revocables, sin excepción. Esto significa que cualquier testador tiene el derecho de modificar o revocar su testamento en cualquier momento, siempre que lo haga de acuerdo con los procedimientos legales establecidos.

Además, el artículo 737 expresa claramente la invalidez de cualquier cláusula Ad cautelam que ordene que no se pueda revocar un testamento a menos que se utilicen palabras o señales específicas.

Es importante subrayar que esta regulación se aplica al derecho común en España, pero existen derechos forales, como el de Navarra o el de Cataluña, que tienen su propia regulación.

En el caso concreto de Cataluña, las cláusulas Ad cautelam estuvieron permitidas hasta la entrada en vigor de la Compilación del Derecho Civil Especial de Cataluña en 1960.

En el marco legal español, el artículo 737 del Código Civil establece lo siguiente:

“Todas las disposiciones testamentarias son esencialmente revocables, a pesar de que el testador exprese su voluntad o resolución de no revocarlas.

Se tendrán por no puestas las cláusulas derogatorias de las disposiciones futuras, y aquellas en las que el testador ordene que no sea válida la revocación del testamento si no se realizan con ciertas palabras o señales.”

Ejemplo de Testamento en Madrid

Supongamos el caso de Manuel, un residente de Madrid, que decidió redactar su testamento. En su testamento, Manuel incluye una cláusula Ad cautelam que establece que su voluntad solo podrá ser revocada si se siguen ciertas palabras específicas o señales particulares. Sin embargo, esta cláusula contradice directamente el artículo 737 del Código Civil, que declara inválidas las cláusulas Ad cautelam. En concreto se señala lo siguiente:

“Yo, Manuel López García, de nacionalidad española, mayor de edad, en pleno uso de mis facultades mentales y de acuerdo con mi libre y voluntaria voluntad, establezco este testamento para disponer de mis bienes y propiedades después de mi fallecimiento.

Declara que este testamento no será revocable, excepto si se siguen las siguientes palabras y señales específicas: ‘Libremente revoco mi anterior testamento’. Cualquier otro intento de revocación que no incluya esta frase exacta y las señales correspondientes se considerará nulo e inválido.

Además, declaro que esta cláusula tiene como finalidad garantizar mi voluntad y prevenir cualquier intento de revocación no autorizada. Agradezco a mis herederos y beneficiarios por su comprensión y respeto a mis deseos.”

Después de la muerte de Manuel, su familia se encuentra en una situación incierta. Ellos conocen la existencia de la cláusula Ad cautelam, pero también son conscientes de que, según la ley española, dicha cláusula no tiene validez. Como resultado, el testamento de Manuel se considera revocable, y  saben que Manuel realizo un testamento posterior de forma  ológrafo asi que al final ese testamento es el valido.

Este ejemplo ilustra cómo, en el contexto legal de España, una cláusula Ad cautelam en un testamento no es válida y se considera nula. La ley es clara en cuanto a la revocabilidad de los testamentos y establece procedimientos precisos que deben seguirse para realizar cambios válidos. Cualquier intento de utilizar una cláusula Ad cautelam para restringir esta revocabilidad será ineficaz y no reconocido por el sistema legal español.

5 ejemplos para entenderlo

Bien ahora para terminar vamos a ver ejemplos concretos que servirán para conocer a fondo este tipo de clausula, estos ejemplos son realistas, es decir podría haber ocurrido de verdad  así que no te pierdas ahora y sigue apuntando para sacar un diez.


Ejemplo 1: Testamento Cerrado en Toledo

Manuel, un residente de Toledo, decide redactar su testamento utilizando una cláusula Ad cautelam en la que estipula que su testamento no será revocable, excepto si sigue una frase y señales específicas: “Libremente revoco mi anterior testamento”.

En su testamento original, nombra a su hijo, Alberto, como el único beneficiario de sus propiedades. Años después, Manuel redacta un nuevo testamento de forma abierta, siguiendo los requisitos legales, en el que nombra a su hija, Laura, como beneficiaria.

Lamentablemente, Manuel fallece, y se plantea la cuestión de cuál de los dos testamentos es válido. A pesar de la cláusula Ad cautelam, el nuevo testamento de Manuel, redactado de manera legal y La voluntad de Manuel, claramente expresada en el segundo testamento, prevalece, y Laura es reconocida como la beneficiaria legítima de la mejora. Es decir,  se aplica el Código Civil y de esa manera la clausula se considera invalido.


Ejemplo 2: Testamento en Barcelona de 1956

En este caso, consideramos a Marta, quien redactó un testamento en 1956 en Barcelona y aplicó la cláusula Ad cautelam para asegurar que su voluntad no fuera revocada sin seguir una frase y señales específicas. En concreto se señalaba lo siguiente:

“No serán válidos los testamentos o modificaciones que se realicen después de este si no se señala la intención de revocar este testamento de forma literal con expresiones como: “Libremente revoco mi anterior testamento” o expresiones análogas que permitan comprender mi voluntad de revocar el presente testamento.”

Marta fallece en 1959, y posteriormente se descubre un testamento posterior que se redactó en 1957 sin seguir la cláusula Ad cautelam. Según la ley catalana de la época, el primer testamento, es válido, y el segundo testamento se considera nulo e inválido.

Este ejemplo ilustra cómo la aplicación de la cláusula Ad cautelam puede tener algún efecto en el derecho propio de cada territorio, en este caso el catalana que lo admite hasta 1960.


Ejemplo 3: Testamento Abierto con Notario en Madrid

Un residente de Madrid, Javier, decide redactar un testamento abierto con la asistencia de un notario. En su testamento, Javier expresa su deseo de aplicar la cláusula Ad cautelam, pero el notario le informa que, de acuerdo con el artículo 737 del Código Civil español, dicha cláusula no es válida en España. El notario explica que todas las disposiciones testamentarias en España son esencialmente revocables, y no se pueden establecer cláusulas de este tipo.

A pesar de su deseo, Javier comprende que no puede aplicar la cláusula Ad cautelam en su testamento en España y procede a redactar su testamento siguiendo las disposiciones legales aplicables.


Ejemplo 4: Testamento en un País Europeo con Cláusula Ad cautelam

En este ejemplo, consideramos a Carlos, un español que reside en un país europeo que permite la inclusión de la cláusula Ad cautelam en los testamentos. Carlos decide redactar su testamento en ese país y aplica la cláusula de manera válida según la ley local. Cuando Carlos fallece, su testamento se considera válido y ejecutable en virtud de la ley del país en el que se redactó, que permite la cláusula Ad cautelam.

Este ejemplo resalta cómo la validez de la cláusula Ad cautelam puede variar según la jurisdicción y las leyes locales. Y que en este caso según el Derecho Internacional privado es esencial la ley de la residencia habitual.


Ejemplo 5: Testamento con Cláusula Ad cautelam en España

Finalmente, consideramos el caso de María, una residente de España que redacta un testamento con la cláusula Ad cautelam. María fallece sin haber redactado un testamento posterior. En este escenario, el testamento original de María, que incluye la cláusula Ad cautelam, se considera válido, ya que no existe un testamento posterior que invalide sus disposiciones.

Este ejemplo destaca cómo, en ausencia de un testamento posterior, esta  cláusula se mantiene como parte integral del testamento original y se respeta como la última voluntad de la fallecida María. En este caso no entra a jugar la cláusula por lo que no hay que analizar si es válida o no conforme a nuestro derecho nacional.

En estos cinco ejemplos, se evidencia la aplicación y los resultados variados de la cláusula Ad cautelam en el derecho sucesorio español, mostrando cómo diferentes circunstancias y leyes pueden influir en la validez de esta cláusula en los testamentos.


Conclusión

En este viaje a través del concepto de “Ad cautelam” en el derecho sucesorio español, hemos explorado una cláusula que puede resultar intrigante y a la vez compleja.

A lo largo de este artículo, hemos aprendido sobre su relación con los testamentos, su aplicación en España y las diferencias que existen entre las comunidades autónomas. Además, a través de ejemplos realistas, hemos ilustrado cómo esta cláusula puede influir en la validez de los testamentos y las decisiones finales en casos sucesorios.

  • Ad cautelam en el Derecho Testamentario: Hemos entendido que “Ad cautelam” se refiere a una cláusula que bloquea la posibilidad de revocar un testamento, a menos que se sigan ciertas palabras o señales específicas. A través de un ejemplo de un testamento que involucra esta cláusula, hemos visto cómo puede afectar las decisiones de sucesión.
  • Ad cautelam en España: Hemos explorado cómo esta cláusula afecta el derecho sucesorio en España. Hemos descubierto que, según el Código Civil español, todas las disposiciones testamentarias son esencialmente revocables, y las cláusulas “Ad cautelam” son inválidas. Sin embargo, hemos mencionado que algunas comunidades autónomas en España pueden tener excepciones basadas en su derecho foral.
  • Ejemplos Realistas: Hemos compartido cinco ejemplos realistas que involucran la cláusula “Ad cautelam” en el derecho sucesorio español. Estos casos han demostrado cómo la cláusula puede tener diferentes resultados según las circunstancias y las leyes aplicables.

En resumen, “Ad cautelam” en el derecho sucesorio español es un concepto que puede generar interés y desafíos legales. A medida que hemos explorado su aplicación y ejemplos, hemos aprendido que la validez de esta cláusula puede variar según la jurisdicción y las circunstancias específicas. Al entender sus implicaciones y la legislación que lo rodea, podemos tomar decisiones informadas al redactar un testamento en el contexto del derecho sucesorio en España.

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Autor

  • Daniel García

    Jurista apasionado del Derecho Público y la Filosofía del Derecho, mi objetivo aquí es acercarte el derecho de forma sencilla y cotidiana. 

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