¿Qué son las sociedades personalistas? ¿Dónde están reguladas? ¿Qué características tienen? Si estás empezando en el mundo empresarial o simplemente tienes curiosidad por conocer cómo funcionan estas sociedades legales, has llegado al lugar indicado.
En este artículo, te vamos a explicar de manera sencilla y accesible qué son las sociedades personalistas, cuáles son sus características distintivas y cómo se aplican en la práctica empresarial. Así que prepárate para sumergirte en un viaje donde la colaboración, la confianza y la responsabilidad son los protagonistas. ¡Comencemos!
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Toggle¿Qué son las sociedades personalistas?
Las sociedades personalistas son un tipo sociedad en la que la gestión de la propia sociedad corresponde a los socios de esta. Puede ser tanto una sociedad colectiva como una comanditaria que se rija por un contrato social y la principal característica de las sociedades personalistas es que los socios responden con todo su patrimonio de forma ilimitada de las deudas contraídas por la sociedad, por lo que se trata de un modelo de sociedad que entraña más riesgo que otras.
Se trata de un modelo de sociedad que tenía más relevancia en el pasado y donde, normalmente, se juntaban amigos o familiares con el objetivo de montar un negocio y haciéndose responsables todos los socios que formaban la sociedad de cualquier dificultad o deuda de la sociedad. Los socios responden de forma ilimitada con su patrimonio de dichas deudas.
En este tipo de sociedad se busca más el hecho de que una persona en concreto forme parte de ella a que aporte una gran cantidad de capital, por lo que se considera que son sociedades familiares en las que no puede participar cualquiera.
Por otra parte, las sociedades personalistas deben pagar el impuesto de sociedades. En este tipo de sociedades se aplica una tasa sobre la renta del 3,5% y no cuentan con beneficio de regulación simplificada.
¿Dónde están reguladas?
Las sociedades personalistas están reguladas en el Código de Comercio, concretamente en los artículos 125 a 144. También, existen normas sobre los derechos y obligaciones de los socios (arts. 170 a 174) y la liquidación de la sociedad colectiva (arts. 218 a 237).
8 Características de las sociedades personalistas
Las principales características de este tipo de sociedad son las siguientes:
- Responsabilidad ilimitada: esto implica que las deudas se pagan con el capital social de la sociedad y si dicha deuda supera el capital social todos los socios de la sociedad responderán de ella con todo su patrimonio, hasta que sea saldada.
- Estatuto de socios intransferible: como hemos comentado, el principal interés de dichas sociedades radica en que un socio específico que puede ser un familiar participe en la empresa, por lo que no se permite que los socios pueda ceder o vender a otro su parte de la empresa sin el consentimiento del resto de socios.
- Personalidad jurídica propia.
- La administración de la sociedad es llevada a cabo por los propios socios, salvo que establezcan otra cosa en sus estatutos.
- No emiten bonos.
- La creación de la sociedad debe de hacerse mediante un contrato de fundación con escritura pública y debe inscribirse en el registro mercantil.
- El nombre de la sociedad debe de componerse con los nombres de todos los socios, o bien, incluyendo algunos de ellos y las palabras “y compañía” al final.
- Sin aportación mínima de capital: a diferencia de las sociedades de capital, no se requiere una aportación mínima de capital para fundar una sociedad personalista. Esto facilita la creación de la sociedad, especialmente para emprendedores con recursos limitados.
Diferencias entre las sociedades capitalistas y las sociedades personalistas
Las sociedades personalistas y capitalistas están sujetas a diferentes marcos regulatorios en el ámbito del derecho mercantil. Mientras que las sociedades personalistas encuentran su regulación en el Código de Comercio, las sociedades capitalistas están regidas por la Ley de Sociedades de Capital, promulgada mediante un Real Decreto Legislativo.
Además, en las sociedades personalistas, el énfasis recae en la figura del socio, otorgándole un papel central en la dinámica de la empresa. Esto implica que la gestión de la sociedad debe ser llevada a cabo por los propios socios. Por otro lado, en las sociedades capitalistas, el foco principal está en el capital, es decir, en las aportaciones económicas de los socios.
En este contexto, el valor de cada socio se determina en función de su contribución económica a la sociedad. Aunque en las sociedades capitalistas la gestión puede estar a cargo de los socios, no es una obligación, ya que el peso de la toma de decisiones puede recaer en otros órganos o figuras designadas.
Es decir, las sociedades capitalistas buscan obtener beneficios por encima de las personas que formen la empresa, mientras que las personalistas quieren evidentemente ser rentables y obtener beneficios también, pero con los socios con los que se creó la sociedad.
Deberes de los socios de las sociedades personalistas
Para que la sociedad funcione correctamente, todos los socios deberán de cumplir con los siguientes aspectos que vamos a comentar:
- Contribuir con las aportaciones comprometidas: es fundamental que los socios cumplan con las aportaciones económicas acordadas al momento de la constitución de la sociedad. Dichos aportes son necesarios para financiar las operaciones y el crecimiento del negocio.
- Participar en el negocio siempre que sea necesario: los socios deben estar dispuestos a participar activamente en la gestión y operación del negocio cuando sea requerido. Por lo tanto, deben involucrarse en la toma de decisiones, aportar ideas y trabajar en pro del éxito de la empresa.
- Disponer de su patrimonio personal para satisfacer las responsabilidades de la sociedad: los socios deben estar preparados para asumir responsabilidades financieras en caso de que la sociedad incurra en deudas u obligaciones. Esto significa que, en última instancia, pueden tener que utilizar su patrimonio personal para cubrir las obligaciones de la empresa.
- No realizar otras actividades que constituyan una competencia para la sociedad: los socios deben abstenerse de realizar actividades que puedan competir directamente con la empresa en la que participan.
3 Ejemplos de sociedades personalistas
Ahora, vamos a comentar algunos ejemplos de este tipo de sociedades para que puedas entender mejor el concepto y como se constituyen:
Ejemplo 1: tienda familiar
Imagina una tienda de barrio, como las de antaño, donde la familia completa está involucrada en la gestión y operación del negocio. Los padres son los socios fundadores y gerentes, mientras que los hijos colaboran en la atención al cliente, el inventario y las ventas. Todos comparten la responsabilidad y los beneficios de la tienda, y la relación personal entre los miembros de la familia es la base de su funcionamiento.
Ejemplo 2: bufete de abogados
Un bufete de abogados puede tratarse de otro ejemplo de sociedad personalista. En este caso, los abogados que fundaron el bufete son los socios principales, y cada uno de ellos participa activamente en la dirección del negocio y la prestación de servicios legales. La confianza y la colaboración entre los socios son fundamentales, ya que todos contribuyen con su experiencia y conocimientos para el éxito del bufete. Dichos socios si llevaran a cabo una sociedad personalista podrían evitar de esta forma que personas externas a la sociedad entraran en ella, evitando perder el control total de su bufete.
Ejemplo 3: taller de carpintería
Un grupo de carpinteros deciden unir sus talentos para formar un taller de carpintería llamado “Arte en Madera”. Juntos redactan un contrato de sociedad que establece cómo colaborarán y comparten los recursos necesarios para establecer el taller. Cada carpintero aporta herramientas, habilidades y capital. En el día a día, todos participan en la gestión y operación del taller, tomando decisiones de manera colaborativa y compartiendo las responsabilidades
Conclusiones
Como has podido aprender en este artículo, en las sociedades personalistas es más importante la condición de socio que el capital aportado. Es decir, son sociedades donde las relaciones personales son lo más importante. Los principales puntos a favor son la gestión directa del negocio y las relaciones entre los socios, las cuales deberían facilitar cualquier tipo de gestión.
Por el contrario, la responsabilidad ilimitada puede hacer que una persona que tiene un buen nivel de vida pierda todos sus bienes por una mala gestión de sus socios o suya propia en la sociedad.
En definitiva, considero que siempre hay que evitar montar un tipo de sociedad como esta por los riesgos tan grandes que implica. Ya no es perder una cantidad alta pero asumible como puede ocurrir en las sociedades de responsabilidad limitada, es que estas deuda pueden provocar que pierdes tu vivienda habitual y todos tus bienes.
Por lo tanto, es importante reflexionarlo muy bien y dejarse aconsejar por expertos en la materia, buscando la mejor elección posible. (Aquí te dejo un artículo donde te explicamos como llevar a cabo una sociedad mercantil que seguro que te resulta muy útil).
¡Enhorabuena por llegar hasta el final! Esperamos que te haya gustado el artículo y tengas aprendidas las diferencias entre sociedades personalistas y capitalistas.
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Jurista especializado en derecho digital, protección de datos y IA, mi objetivo es hacerte sencillo el derecho
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